Jill Phipps fue una activista por los derechos de los animales, nacida, criada y que lucho en las tierras de lo que llaman Inglaterra. Desde tierna edad demostró una tenaz voluntad de lucha que la convoco a participar en diferentes planos de conflictos en el ceno de la sociedad tales como la defensa de los bosques, la contienda en contra del racismo, como apoyo a inmigrantes, etc. Pero su principal foco de lucha, resistencia y ofensiva estuvo en la liberación animal. Jill llego a contagiar a su madre con esta intención, ambas se hicieron férreas defensoras de los animales.
Desde el primero de febrero de 1995 Jill junto a otros 35 activistas decidieron oponerse al transporte de ganado vivo, en el aeropuerto de Conventry en Baginton. Un grupo de diez activistas consiguen romper el cerco policial e hicieron el intento de obstruir el paso de los camiones, cuando Jill es aplastada por uno de estos bólidos de aceros, perdiendo la vida.
Jill Murio por la liberación animal, desde ese día su muerte es recordada por miles de corazones que aún creen en la libertad.
Green Hill es una empresa de origen estadounidense, que se dedica a la venta de animales de distintas especies, para la industria de la vivisección. A lo largo de la historia ha instalado criaderos de animales en distintos puntos del mundo, uno de ellos se encontró incrustado en la región itálica, para ser más exactos en la pequeña localidad de Montichiari, en el norte de Italia, . Este centro de explotación fue el blanco de una campaña a nivel internacional de protesta que convoco a miles de personas de toda Italia, quienes exigían el cierre de la planta, de la cual se estimaban entregaba a los vivisectores alrededor de 250 animales al mes.
Sin embargo el día 28 de abril del 2012 la manifestación pasó a otro nivel cuando decenas de activistas decidieron pasar a la acción, y derribar las rejas del establecimiento para rescatar a los perros que se encontraban dentro, informó el Corriere della Sera.
Ni siquiera la policía logró contener a la masa de personas, principalmente jóvenes, quienes salían con los animales -cachorros y adultos- en brazos, con el fin de liberarlos para adopción.
Finalmente, se estimó que los manifestantes lograron rescatar a cerca de 30 perros, resultando 12 personas detenidas, quienes fueron puestas en libertad dos días después.
Si hacemos una biopsia a la historia de los Zoos en Chile, nos encontramos con una gran cantidad de animales que encontraron la muerte en algún episodio directamente relacionado con las cárceles para animales. La tigresa Pampa, formo parte de este corolario de muerte. Con un pelaje blanco y negro, Pampa de seguro era una de la atracciones más importantes del Zoológico Metropolitano. Sin embargo el día 29 de Julio del año 2007, José Silva, el carcelero de Pampa, rompe el protocolo de seguridad y entra en la jaula con el animal en su interior. En un confuso incidente Pampa ataca a Silva, en esta acción los dos fuera de la jaula, el cuidador que acompañaba al carcelero da la “señal roja” que se traduce en tranquilizar al animal o usar fuerza letal, finalmente el disparador autónomo decide optar por lo segundo produciendo la muerte de Pampa. El ataque e intento de fuga de Pampa se produjo a las ocho de la mañana, una hora más tarde aún con el cadáver del felino tibio, las puertas de Zoológico Metropolitano, se abrían de par en par (negocios son negocios). En las semanas siguientes se hicieron funas, velatones y se pegaron afiches en su memoria.
El ataque de Pampa demuestra las condiciones de estrés que desarrollan los animales en cautiverio como también su instinto que sueña con la libertad.
irrupcion vegan 
😉