No nos invitaron, pero de todas maneras no iremos. (O al carajo con Mr. Fucker)

A propósito de la participación de la empresa explotadora de miles de animales con su versión de  hamburguesa «veggie» dentro de una actividad en pro de la difusión del vegetarianismo.

 

No, no vivimos en una burbuja ni nos desenvolvemos en un ambiente veganamente aséptico. Vivimos en una ciudad y asumimos las contradicciones que ello implica. Buena parte de nuestra comida viene de un supermercado, o de una feria, tras ella hay explotación, humana y no humana, lo sabemos, lo entendemos, pero no lo aceptamos.

Decimos esto porque será lo primero que nos dirán cuando hagamos público nuestro rechazo a compartir un espacio -cuyo objetivo final es la promoción del vegetarianismo- con una fábrica de carne, incluso en su versión “vegetariana”. Lo decimos en el título de esta opinión: no nos invitaron, es cierto, pero de todas maneras queremos mostrar nuestra mala cara, al fin de cuentas, la convocatoria es abierta.

Para nosotros no todos los espacios son lo mismo: vemos diferencias. No sentimos que un supermercado sea lo mismo a un evento pro-vegetarianismo. El primero es un lugar de compra y venta de mercancías, productos manufacturados, brillantes en una estantería, que se tranzan por un puñado de monedas esperando caer en un carrito y pasar por una caja registradora.

En el segundo no hay mercancías, no hay productos, no hay nada que deba ser, simplemente, comprado o vendido (o quizás sí y eso es todo lo que hay). Se trata, básicamente, de un espacio creado para compartir y difundir una idea: “los animales no son mercancía, no son productos que puedan ser tranzados como cosas”.

Entonces vamos todos, compartamos y difundamos la idea, estamos todos en la misma, ¿no? Ups, parece que no. PF no está allí porque crea en esto, PF es una carnicería, PF es una fábrica de cecinas, PF es una empresa cuyo dinero está, literalmente, manchado de sangre. ¿Y qué hacen allí? Pues lo que hace cualquier empresa: promocionar productos, promocionar SUS PRODUCTOS. En realidad esos tipos no tienen ningún problema, cualquier empresario irá a poner un espacio de publicidad gratuita donde se lo permitan. El problema es por qué se lo permiten. ¿Quién le abrió la puerta al matarife para que venda un brócoli esta vez? Una organización pro-vegetarianismo, bajo la tierna idea de que esto ayuda a difundir el vegetarianismo. Creemos que lo único que esto ayuda a difundir es un lavado de cara de una empresa carnicera, que no busca empatizar con ningún animal sino cooptar un espacio. Dicen los organizadores que ellos no recibieron dinero de PF para estar ahí, lo que nos deja más tranquilos, los carniceros irán gratis a convencernos de comprar sus hamburguesas veggies.

No buscamos lapidar a nadie, ni siquiera es esto un llamado a boicotear evento alguno, lo tomamos como una opinión, nos reímos cuando vimos de qué se trataba todo esto, nos reiremos de la misma manera cuando veamos a Coca-Cola regalando gaseosas light en un evento contra la obesidad infantil. Así es la vida parece, algunos lo encuentran un paso adelante, otros creemos que es poco más que una burrada. Como sea la cosa, al famoso evento nosotras no iremos ni a degustar el ambiente, nos quedaremos, como dicen los que organizan, en casa escribiendo malos comentarios por Facebook.

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